21.7.10

Los recuerdos me invaden

Ya había terminado toda la fase desagradable, fea, o al menos eso creía yo. Y la linda también... Después de haber finalizado tu relación conmigo, NUESTRA relación más bien, de un modo no muy lindo... no me permití pensar ni estar mal por vos. Durante más de un año, pensé en todo lo que pasamos juntos sólo una vez creo yo, ya hace mucho. Los días siguientes de romper estuvieron vacíos para mí, pero aún así no me permitía que tu recuerdo (y nuestros recuerdos) se adueñen de mis pensamientos. Traté de no sentirme mal por todo aquello que me habías hecho, que por cierto creo que es mucho peor que cualquier cosa, no sé cómo pudiste ser tan cruel con la persona que más te quería, y en verdad te quería, no sabés cuánto. Al principio, el dolor fue insoportable, me consumía por dentro, no quise salir ni hacer nada, intentaba sentirme mejor pero no sé si tenía tantas fuerzas como para levantarme luego de eso, fue una semana entera y eterna sin dejar de llorar, ahí fue cuando me prometí no volver a verte, quererte, sentirte, pensarte. Me acuerdo cuando pasó un mes después de que cortamos, esa fue la única vez que dejé que mi mente medite un poco acerca lo que nos había pasado. Pensé todo el día en vos, toda la fecha tu recuerdo estuvo conmigo, me preguntaba dónde estarías en ese momento, qué estarías haciendo, con quiénes, qué sería de tu vida en este último mes... y lo más importante, si pensabas en mí, si me extrañabas... si aún me querías. Llegué al punto que si habías hecho todo lo que habías hecho conmigo, definitivamente no me querías ni un poco. Pero ese día pasó, como cualquier otro. Pasaron otros más, y semanas, y meses... y un año y un poco más. Ya no me duele ver tus fotos, ni ver que tenés novia nueva, pero esta sensación es rara. Me acuesto en la cama, cierro los ojos y estás, presente en mi mente. ¿Qué hacés ahí, no era que ya te había echado y borrado de cualquier pensamiento? La verdad, sobreviví lo bastante bien sin vos, pero me hace falta un poco de cariño. No es que no lo tenga, pero cariño como el tuyo no había. Ahora digo, y pienso, y trato de reflexionar, y creo que no quiero aceptarlo, pero...




Te extraño.

11.7.10

¿Estoy enamorada u obsesionada?

El amor no es una atracción temporal, es un deseo de permanencia.

Es fácil creer que se está enamorado cuando un hombre y una mujer se sienten bien el uno con el otro, y se atraen mutuamente. Sin embargo, no siempre es así.
Muchas personas que se creían enamoradas de este modo, se dan cuenta más tarde, de que tan solo había una simple atracción reforzada por un gran entusiasmo del uno por el otro, pero que luego resultó ser pasajero.

  • Síntomas del verdadero amor:
*Amor y libertad caminan siempre de la mano.
No hay amor si no se respeta la libertad del otro. No hay amor cuando existen presiones entre los amantes.

*Dos personas que se aman se respetan.
Ese tipo de respeto viene de la palabra latina “respicere”: mirar. Por lo tanto, una persona es respetuosa de otra cuando es capaz de mirarla a los ojos, y de mirar desde sus ojos; significa ponerse en el lugar del otro, saber descubrir su peculiaridad e individualidad, no imponerle los propios criterios ni la propia manera de mirar la vida. Alguien respeta a alguien cuando sabe vivir con el otro salvando su peculiar manera de ser, ayudándole a mejorar y superarse, pero sin quererlo convertir a la propia imagen y semejanza.

*Responsabilidad.
Esta palabra viene del latín “responsum”: respuesta. Amar a otro quiere decir que se está dispuesto a responder en todo momento por las situaciones que se presenten, asumiendo la propia responsabilidad. Ser responsable significa saber responder en todo momento ante uno mismo, ante el otro. No hay amor cuando alguien elude sus responsabilidades o no sabe asumir sus compromisos. Un refrán español dice: "ponte a enfermar y verás quien te quiere de verdad". Los supuestos amantes, que abandonan a sus parejas cuando les alcanza la enfermedad o la vejez, no disfrutan del aspecto esencial del amor: ser útil a los demás.

*Destaca el mutuo conocimiento.
Nihil volitum nisi praecognitum. Nada puede ser amado si no es previamente conocido. Por eso, el verdadero amor siempre requiere de un verdadero y mutuo conocimiento entre las personas. Se trata de un conocimiento serio, profundo, y a la vez respetuoso. Un conocimiento que respeta la libertad y la intimidad del otro; que no violenta ni presiona al otro para invadir sus espacios de confidencialidad, individualidad personal, y privacidad. El joven quiere comprometerse con prisas, el adulto sabe que el amor lleva tiempo, aún a riesgo de perder a la persona amada. El adulto suele saber el nivel de responsabilidad que se le exige.

*Vencer al miedo.
El miedo a no ser correspondido. A dar más de lo que se recibe.
El amor justifica todo sacrificio, el "auténtico amor" no conoce sacrificios.

-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Esto no tiene nada que ver, pero ¿PUEDEN CREER QUE EL MUY CARADURA DE BAUTISTA ME VUELVE A TIRAR ONDA? ¡IMBÉCIL!