Maldito e infinito pozo de angustia interminable

¿Viste cuando te sentís mal, muy pero muy mal, pero igualmente decidís ponerte bien y seguir adelante, porque todo pasa por algo y si fuera todo color rosa sería aburrido, y hay que saber que también hay cosas malas, como hay cosas buenas, por eso es que hay que tener fuerzas y no quedarte estancado en un mismo lugar, en un pozo del que no podés salir... pero tenés que salir, estás ahí atrapado y solo, está oscuro y sin nadie más que vos, no sabés qué hacer; es en ese momento cuando pensás y pensás y en tu interior hay una llama de esperanza, y ves una luz, de repente ves que podés ir saliendo de ese lugar tan feo, poco a poco, cada vez ves más la luz... hasta que cuando te das cuenta, ya estás afuera, sano y salvo, lejos de ese profundo agujero del que parecía imposible irte. Y ahí estás ahora, feliz de nuevo, sin preocupaciones ni tristeza. Todo parece ir bien, de hecho, todo está bien. Seguís así días, semanas, meses... Un día conocés a alguien, que te hace olvidar aún más, de que ese pozo existe. En el momento que menos te imaginás, se enamora de vos, y vos, te estás empezando a enamorar de él... pero cuando te das cuenta, esa persona está loca de amor y vos no sentís lo mismo, pero no por no sentirlo, sino por miedo... pero de acuerdo a esto, lastimás a la persona que más te quiere... te ama... ¿Viste cuando volvés a saber de la existencia de ese viejo y abandonado pozo negro? ¿Cuando de un minuto al otro, sentís que estás volviendo a caer ahí? Bueno, así me siento ahora.






Y cada vez veo menos la luz...

Triángulo no-amoroso

Julieta: Ya que estamos hablando del tema, ¿te puedo confesar algo? Te va a resultar muy raro.
Ian: Sí, decime.
Julieta: Bueno... antes me gustabas. Seguro no lo podés creer, lo sé. Pero era así.
Ian: ¿De verdad?
Julieta: Sí, hace como dos o tres meses.
Ian: Yo directamente me rendí. Apenas empezamos a hablar, traté de conquistarte, pero como vi que no me dabas ni la hora, dije: ¿Para qué? ¿Para ser rechazado? ¿Para perder de nuevo? No, lo mejor es que ya no trate más nada. Es decir, es feo perder siempre y por eso tener que adaptarse a rendirte antes de ni siquiera intentar algo.
Julieta: Uh sí, rendirse antes de intentarlo...
Ian: Lo que me pasó con Flor, tu mejor amiga y mi amiga, en cambio, fue distinto. Vos no me llegaste a gustar al principio, sólo me caiste bien y te quería conocer, lo de ella fue más fuerte.
Julieta: Sí, lo de Flor fue distinto, fue mucho más...
Ian: No fue, es...
Julieta: Cierto.
Ian: Ella es ella. Sabés todo lo que es para mí.
Julieta: Sí, lo sé...
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Lo que vos no sabés, es que sí... me gustás, aunque sea un poquito. Vos fuiste y sos una de las personas que más quiero, que me inspira confianza, que da lo abrazos más lindos, y aquel que me enseñó que nunca hay que rendirse ni darse por vencido. Y por más de esa apariencia fría que tenés, debajo existe el ser más dulce que puede haber, aunque no lo quieras admitir. Claramente era mentira lo de que te quise durante dos o tres meses atrás. Esto que dije es sobre ahora. Y mientras vos me contás sobre todas las cosas estando enamorado de Florencia... me partís el alma en dos. Creo que es por eso que no quiero saber nada con nadie, me da pánico salir lastimada como aquella vez.

El nudo en la garganta cada vez se hacía más grande...

Desde que me levanté había comenzado a sentirme un poco mal, sin saber por qué, pero no le dí mucha importancia ya que creí que se me iba a pasar pronto. Las horas empezaron a pasar rápidamente, lo cual me resultó algo raro porque estaba estudiando para dos exámenes del colegio. No podía concentrarme bien, entonces decidí poner algo de música para que el estudio no se me haga tan aburrido. Prendí la computadora y abrí de inmediato mi reproductor de Windows Media, en el cual conservo alrededor de unas quinientas cuarenta canciones. No pensé mucho en ponerlas todas en la lista de reproducción, pensando que así el tiempo se me pasaría más rápido mientras me preparaba para las próximas pruebas. Las melodías pasaban y pasaban y yo cantaba, como de costumbre. Pero, dejé de hacerlo cuando comenzó a sonar aquella dulce canción que provocaba algo en mi interior. -Claro- me dije, es MI canción, la canción que él me había dedicado. La canción que en un principio no me había gustado mucho, en realidad no la comprendía, ni comprendía tampoco qué quería decir su letra. Igualmente, el gesto ese de dedicarme una canción se me hacía muy tierno, y me conmovía mucho. Cuando sucedió la parte mala de la historia, no me permití pensar en vos, y los recuerdos se habían borrado -temporalmente-. Éstos días, quién sabe por qué cosas, volviste a aparecer, no de una manera muy linda, y ahí fue cuando la cabeza comenzó a darme vueltas, cuando comencé a sentirme mareada. Cerré los ojos para intentar sentirme mejor, pero no hubo caso. No sabía bien si estaba en un sueño o qué. Tardé unos instantes en comprender que era la vida real, y que los ojos se me habían llenado de lágrimas. -No- me dije para mis adentros -¡No llores por eso, no seas estúpida!- Y no lloré, pero fue peor porque llegó la noche, y se me había formado un nudo en la garganta que casi no me dejaba respirar. Los ojos se me llenaron de lágrimas de nuevo, pero evité que éstas cayeran por mi mejilla, al igual que antes, y lo logré. Ni una sóla gota cayó de mis ojos. Intenté sacar de mi cabeza toda esa nube borrosa llena de pensamientos que lo único que hacían era ponerme de mal en peor. Cada minuto que pasaba me sentía pésima, hasta que decidí salir de todo entorno que tenía que ver con las personas, el contacto, el ruido... todo. Apagué la computadora, la televisión y cerré la puerta de mi habitación para poder recostarme sobre la cama y estar tranquila. Tomé un libro que estaba en mi mesita de luz y comencé a leer. No recuerdo del todo bien lo que decían aquellas hojas, porque más que leerlas, las ojeé. Lo que sí recuerdo, es que apenas abrí el libro y decía algo así como «La vida es un asco, y te mata», eso fue lo que me puso aún peor. No pude más, y lloré, ésta vez no pude parar, necesitaba hacerlo, no podía con esta angustia, que se estaba apoderando poco a poco de mí, aunque, sabía que todo eso en algún momento iba a terminar...

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¡Por fin vuelvo a escribir! Extrañaba tanto esto... No lo hacía porque todo este tiempo estuve muy ocupada, pero, aquí estoy, de regreso.

Los recuerdos me invaden

Ya había terminado toda la fase desagradable, fea, o al menos eso creía yo. Y la linda también... Después de haber finalizado tu relación conmigo, NUESTRA relación más bien, de un modo no muy lindo... no me permití pensar ni estar mal por vos. Durante más de un año, pensé en todo lo que pasamos juntos sólo una vez creo yo, ya hace mucho. Los días siguientes de romper estuvieron vacíos para mí, pero aún así no me permitía que tu recuerdo (y nuestros recuerdos) se adueñen de mis pensamientos. Traté de no sentirme mal por todo aquello que me habías hecho, que por cierto creo que es mucho peor que cualquier cosa, no sé cómo pudiste ser tan cruel con la persona que más te quería, y en verdad te quería, no sabés cuánto. Al principio, el dolor fue insoportable, me consumía por dentro, no quise salir ni hacer nada, intentaba sentirme mejor pero no sé si tenía tantas fuerzas como para levantarme luego de eso, fue una semana entera y eterna sin dejar de llorar, ahí fue cuando me prometí no volver a verte, quererte, sentirte, pensarte. Me acuerdo cuando pasó un mes después de que cortamos, esa fue la única vez que dejé que mi mente medite un poco acerca lo que nos había pasado. Pensé todo el día en vos, toda la fecha tu recuerdo estuvo conmigo, me preguntaba dónde estarías en ese momento, qué estarías haciendo, con quiénes, qué sería de tu vida en este último mes... y lo más importante, si pensabas en mí, si me extrañabas... si aún me querías. Llegué al punto que si habías hecho todo lo que habías hecho conmigo, definitivamente no me querías ni un poco. Pero ese día pasó, como cualquier otro. Pasaron otros más, y semanas, y meses... y un año y un poco más. Ya no me duele ver tus fotos, ni ver que tenés novia nueva, pero esta sensación es rara. Me acuesto en la cama, cierro los ojos y estás, presente en mi mente. ¿Qué hacés ahí, no era que ya te había echado y borrado de cualquier pensamiento? La verdad, sobreviví lo bastante bien sin vos, pero me hace falta un poco de cariño. No es que no lo tenga, pero cariño como el tuyo no había. Ahora digo, y pienso, y trato de reflexionar, y creo que no quiero aceptarlo, pero...




Te extraño.

¿Estoy enamorada u obsesionada?

El amor no es una atracción temporal, es un deseo de permanencia.

Es fácil creer que se está enamorado cuando un hombre y una mujer se sienten bien el uno con el otro, y se atraen mutuamente. Sin embargo, no siempre es así.
Muchas personas que se creían enamoradas de este modo, se dan cuenta más tarde, de que tan solo había una simple atracción reforzada por un gran entusiasmo del uno por el otro, pero que luego resultó ser pasajero.

• Síntomas del verdadero amor:

*Amor y libertad caminan siempre de la mano.
No hay amor si no se respeta la libertad del otro. No hay amor cuando existen presiones entre los amantes.

*Dos personas que se aman se respetan.
Ese tipo de respeto viene de la palabra latina “respicere”: mirar. Por lo tanto, una persona es respetuosa de otra cuando es capaz de mirarla a los ojos, y de mirar desde sus ojos; significa ponerse en el lugar del otro, saber descubrir su peculiaridad e individualidad, no imponerle los propios criterios ni la propia manera de mirar la vida. Alguien respeta a alguien cuando sabe vivir con el otro salvando su peculiar manera de ser, ayudándole a mejorar y superarse, pero sin quererlo convertir a la propia imagen y semejanza.

*Responsabilidad.
Esta palabra viene del latín “responsum”: respuesta. Amar a otro quiere decir que se está dispuesto a responder en todo momento por las situaciones que se presenten, asumiendo la propia responsabilidad. Ser responsable significa saber responder en todo momento ante uno mismo, ante el otro. No hay amor cuando alguien elude sus responsabilidades o no sabe asumir sus compromisos. Un refrán español dice: "ponte a enfermar y verás quien te quiere de verdad". Los supuestos amantes, que abandonan a sus parejas cuando les alcanza la enfermedad o la vejez, no disfrutan del aspecto esencial del amor: ser útil a los demás.

*Destaca el mutuo conocimiento.
Nihil volitum nisi praecognitum. Nada puede ser amado si no es previamente conocido. Por eso, el verdadero amor siempre requiere de un verdadero y mutuo conocimiento entre las personas. Se trata de un conocimiento serio, profundo, y a la vez respetuoso. Un conocimiento que respeta la libertad y la intimidad del otro; que no violenta ni presiona al otro para invadir sus espacios de confidencialidad, individualidad personal, y privacidad. El joven quiere comprometerse con prisas, el adulto sabe que el amor lleva tiempo, aún a riesgo de perder a la persona amada. El adulto suele saber el nivel de responsabilidad que se le exige.

*Vencer al miedo.
El miedo a no ser correspondido. A dar más de lo que se recibe.
El amor justifica todo sacrificio, el "auténtico amor" no conoce sacrificios.

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Esto no tiene nada que ver, pero ¿PUEDEN CREER QUE EL MUY CARADURA DE BAUTISTA ME VUELVE A TIRAR ONDA? ¡IMBÉCIL!

Conmigo no se juega

Él: No me querés más. (ah, ahora te acordaste que juli existe)
Yo: Sí que te quiero.
Él: No parece.
Yo: Qué malo, ¿eh?
Él: Es la verdad.
Yo: ¿Pero sos tonto? obvio que te quiero.
Él: Mmm...

Pasaron unos minutos sin que yo le contestara, cuando agregó:

Él: Te quiero.
Yo: Yo también. (solía decirle que yo lo quería más, siempre era así)
Él: :(
Yo: ¿Qué pasa?
Él: No me querés más. (conmigo ya no jugás!!)
Yo: Sí te quiero. (dejame de joder, no quiero la misma historia de siempre)

Quedó ahí.

¿Vés? Eso es lo que pasa al jugar con las personas. Sí te quiero, de alguna u otra forma no puedo no quererte porque sos mi amigo, pero no es lo mismo que antes. Y tendrías que saber Y aprender que: conmigo NO se juega.

Parece que el dolor no se quiere ir

Hablando con un amigo de esto, eso y aquello, surgió el tema de los amores, y comenzó a contarme acerca de lo más lindo y triste que le pasó:

Ian:  Eso que dijiste me hace recordar a cosas que hoy en día las necesito.
Julieta: ¿Como qué?
Ian: Antes me dormia con un mensajito que decía: "Te amo, gracias por haberte cruzado en mi camino", y yo le decía palabras que me había costado abrirme y decirlas. Yo era muy feliz. Y las veces que veía a esa persona me recibía con un abrazo tan pero tan llenador y hermoso que me sentía vivo y tranquilo, la bestia de adentro estaba calmada. Pero un día, se fue todo al diablo y me dejó de amar. Yo quedé más que destrozado, con un vacío adentro que me costó horrores poder superar, vivía amargado y nadie sabía cómo en verdad me sentía, y tampoco a nadie le importaba, pero seguí y con el tiempo pude empezar a reírme y a estar contento de verdad. Es por eso que siempre hago lo que a mí me gusta y no me importa lo que piensen los demás, ya no.
Julieta: Sí. Siempre hay que hacer lo que a uno le gusta, además algún día una persona te va a querer de verdad y valorar como sos, no como aparentás ser.
Ian: No. Eso nunca va a pasar. La mente de la gente está muerta, no le importa nada de sentimientos ni valores. A todos le importa lo que piensen los demás. Ponele, esta chica a mí me amaba, pero le llenaron la cabeza que yo era e iba a ser un fracasado en mi vida, y que no iba a tener futuro. Cuando ella me dijo todo eso, fue un asesinato para mí. Ahí realmente quería matar a todos en el mundo y nada tenía sentido. Hoy en día me olvidé y no me levanto más con su cara en mi mente, pero antes abría los ojos y hasta que me dormía la tenía ahí, en mi cabeza. ¿Sabés lo duro que es que te dejen y que a los meses te digan que eras un idiota,  un imbécil, que eras cornudo? Yo ya lo superé, aunque siempre está el recuerdo. Pero la verdad, creo que nada me va a lastimar tanto como lo que pasé esa vez.

Qué bien se siente

Qué bien se siente sentirse bien, sentir que todo va bien, que las cosas mejoran poco a poco. O que vos mismo mejorás las cosas. Me siento muy bien por terminar todo con Bautista. Decidí no pensar más en él, y cortar todo. Hace rato hice una nota en el Word con todas las cosas que sentía hace unos días por él, cada noche escribía algo nuevo, cómo me sentía y si había algo nuevo para contar de él. No la voy a eliminar porque me parece linda, conmovedora, y tierna en forma de cómo transmití y escribí las cosas allí. Y me dije que por nada del mundo tengo que estar bajoneada por esas cosas inútiles y por gente que no lo vale. También me alegra mucho saber que tengo personas como Santiago, y mis otros amigos y amigas obviamente, pero en especial a él. A él y a Stéfano, que lo conocí este año, a pesar de que no lo conozco desde hace mucho tiempo, me demostró ser una gran persona y puedo confiar en él con facilidad. Por otra parte, también me siento bien porque comencé a hacer algunas cosas por mí misma, no dependiendo tanto de los demás. Hacer lo que yo quiera, cuando yo quiera, donde yo quiera sin tener que dar explicaciones de nada, hacer las cosas por vos mismo. En fin, qué bien se siente todo eso...

Rompecorazones

No es que yo quiera estar triste, sé que puedo estar mejor, pero me duele que mi "mejor amigo" un día me quiera, otro no. Hoy, por ejemplo, me trató para el diablo. Está bien, no pasa nada; pero ¿hace falta que te la agarres conmigo? porque sin mentir, creo que yo soy la que te quiere más que cualquier otra persona. ¿Deberías tratarme así? yo creo que no. OK, todo bien... no mentira. Todo mal. Hoy no fue un buen día en absoluto. Primero: Delfina salió con Stéfano, (dos amigos míos que se están conociendo entre sí) y no sé cómo fue que a ella le robaron, estaba re mal. Segundo: llego a mi casa, un poco triste por mi amiga, pero aliviada porque todo había pasado y por suerte ella está bien, pero ¿qué pasa? me habla Bautista, diciéndome ésto y lo otro, tratándome como a un trapo. Entro al Facebook, y veo que a los demás los trata re bien, y también veo a la mina que se está chamuyando ahora. Qué lindo, primero Zoe, después yo, ahora ésta, ¿luego quién? ¿eh? Me siento re mal, no soporto que me traten de ésta manera, menos que menos ÉL, cuando yo lo quiero más que a nada.
Lo bueno es que tengo a Santiago para hacerme sentir mejor. A veces pienso ¿por qué no me enamoré de él cuando él lo estaba de mí? Es decir, es todo lo que pido: bueno, amigo, compañero, sincero, cariñoso, tierno, divertido, lindo. No importa, supongo que algún día encontraré a esa persona...

¿Quién entiende a los hombres?

Yo creo que cada uno de nosotros elige de quién enamorarse. No sea caso de que conozcamos a alguien que no nos caiga del todo bien y ya lo amamos, por eso es que nosotros escogemos. Si una persona es mala con nosotros, no nos trata bien, no la vamos a querer. Por otro lado, si nos tratan bien, nos cuidan, nos ayudan, y demuestran que nos quieren, ahí sí es probable enamorarnos. Más aún si esa persona te trata de un modo "especial". Lo malo es cuando te enamorás, o te empieza a gustar un amigo. Y ni hablar si es tu mejor amigo. No sabés ni qué hacer porque puede haber dos caminos, que te tire onda, o que no quiera tener nada que ver con vos en el sentido de ser "más que amigos". Hay un tercero, que yo supongo que es el peor, porque tu amigo, te quiere pero sólo quiere amistad con vos, y al mismo tiempo algo más también. No hablo en general, pero ¿quién entiende a los hombres?

Mi mejor amigo y sus relaciones amorosas (2)

Abril 2010: 20:00 hs. Cumpleaños de Flor, casa de Delfi.
Ese día la pasábamos con todos nuestros amigos para celebrar la ocasión especial.
Comimos, reímos, bailamos (bueno, yo no tanto...) porque no sé cómo, terminé junto a Bautista y los dos "acaramelados". Ese día fue el primer día que me quiso dar un beso. Yo no quise, a causa de que ahí estaba Zoe, y ella es amiga mía. De repente veo que Ignacio (amigo mío y mejor amigo de Zoe) la está consolando porque estaba mal. En un momento ella me pregunta dónde estaba el baño, y la acompañé ya que yo conocía bien la casa de Delfi, una de mis mejores amigas. En el mini transcurso hasta que llegábamos, le pregunté la muy obvia causa de por qué estaba así, triste. Me dijo que era por Bautista, muchos líos, demasiados en verdad entre los dos. Intenté ponerla de mejor humor diciéndole que no se preocupe, que todo iba a estar bien. En realidad no sabía que decirle, me sentía una "caradura" por llamarlo de alguna forma. Yo, que era su amiga estaba ahí con él, pero bueno creo que no fue mi culpa porque ella fue el motivo de el fin de su relación de ex-novios y se suponía que entre ellos ya no pasaba nada. Las cosas pasaron, Zoe se fue porque en verdad se sentía mal. Yo seguí allí con Bau, fue muy raro todo, es difícil de explicar. Fue como si en verdad nos quisiéramos los dos, y mucho. Estuvimos mucho tiempo abrazados, a centímetros la cara uno del otro. No pasó nada, ni un beso. Yo quería y a la vez no. Pensé en Zoe, y me dije que mejor no... no debería. No nos besamos, por más que él quiso hacerlo varias veces, me negué a todas. El tiempo pasó rápido, la pasamos muy muy bien. Se hicieron las tres de la mañana, yo me fui. Se notó que no quería que me fuera, quería que me quedara junto a él. Al rato me llega un mensaje:
Bau: "Te quiero"
Juli: "Yo te quiero más, en serio. Y perdón por lo de hoy, ya sabés..." (no sé por qué le pedí perdón)
Bau: "¿Por qué me pedís perdón? Está todo bien, será en otro momento Juli"
Juli: "Es que... estaba Zoe ahí y no... no podía"
Bau: "Sí, ya sé. No importa. Me hubiese gustado mucho que me dieras un beso pero igualmente la pasé muy bien con vos, estaría bueno que se repita. Te quiero, sos mucho"
Así comenzó todo, más o menos. Pero no comprendo, un día me quiere, otro día me ama, y al día siguiente, hace como si no pasara nada.

Mi mejor amigo y sus relaciones amorosas

Un día, de repente comencé a tener "onda" con digamos que... mi mejor amigo o algo aproximado a eso: Bautista. Era (y sigue siendo, debido a mi estupidez) siempre todo "Te quiero" "No, yo te quiero más, de verdad" "Ay, sos el/la mejor" "Sos mucho" y esas cosas y corazones y bla bla bla. Pero, al poco tiempo, empecé a pensar que quizás me decía todo esto para olvidarse de Zoe, su ex. Entendí (y entiendo) la idea de que sigue enamorado de ella, pero ¿piensa que obligándose a sí mismo a querer a alguien, se va a poder olvidar de aquella persona que tanto quiere? No, creo que no es así. Y es peor que me diga que me quiere, que soy la mejor, la más linda, la que más lo ayuda en todo... porque no sé si es o no tan así, y la única que saldría lastimada acá, soy yo. Nadie más. Por eso me digo a mí misma siempre: "No Juli, no te acostumbres a él, él sólo la quiere a Zoe, no a vos, te dice eso para olvidarse o intentar hacerlo de ella" Y justo cuando me estoy olvidando de alguna manera de él, aparece ahí la ventanita del Msn con un "¡Juuuuu <3!" Y no entiendo, ¿lo hace a propósito? ¿se da cuenta o no de que me está "usando" para olvidarse de su ex-novia? No es muy lindo eso. Lo peor de todo es que estoy enganchada y ya no sé cómo hacer. Me acostumbré a que me diga cosas lindas y a decirle yo también. ¿Se estará empezando a enamorar de mí? ¿O tal vez es eso lo que quiero, por más que yo no esté enamorada de Bau? Y por encima de todo es un mujeriego, chamuyero number one creo que eso es lo peor de lo peor. Volviendo a lo de antes, no es que alucine pero, el Sábado a la noche lo estaba ayudando con un problema de ELLA, su ex; y me dijo de nuevo que yo era la mejor de todas, la más buena, etc. Sé que no es así (supongo) y que me lo dijo porque estaba débil en ese momento pero en una me manda un mensaje... "Juli te amo". Ok...

Entre la amistad y la decepción hay un sólo paso

Creí que tenía una amiga, pero por lo visto no. No lo es. Pasábamos días divirtiéndonos como nadie. Risas, risas y más risas. La pasábamos bien. Yo puedo decir que a ella la admiraba. Admiraba cómo era, siempre adelante pase lo que pase. No hay que preocuparse, me decía, siempre que yo estaba triste. Me apoyaba y ayudaba en todo. Yo le importaba. Todas nosotras le importábamos, eramos muy importantes para ella. Era una de esas personas que no se encuentran con facilidad. Nos quería mucho. Quizás nos sigue queriendo, pero no es lo mismo de antes. Era amiga, compañera, leal, confidente, se preocupaba, y todo lo que uno se pueda imaginar de aquellas personas que son como ángeles. Sí, sin duda la admiraba. Su forma de ser, siempre con una sonrisa en su rostro, contando sus chistes, pasándola bien esté donde esté. Siempre buscandole un lado positivo a las cosas. Cada vez que estábamos angustiadas nos decía "Todo pasa, sólo pensá que el problema que tenés ahora, mañana no estará, y si no se va mañana, será al día siguiente. No hay que preocuparse demasiado de las cosas, al fin y al cabo la única que sale lastimada sos vos. Sonreí, mostrate feliz, es lo mejor que podés hacer". Así, tan especial como era, un día comenzó a juntarse con otras chicas y empezó a cambiar, se alejó de nosotras. Ya no era la misma. Ya no éramos sus mejores amigas. Claro que nos quería, pero prefería a sus nuevas amigas que a nosotras. No le iba a decir que nos había reemplazado porque está bien, no la culpo, quizá con ellas la pasaba mejor. Además nadie reemplaza a nadie, podía ser que ahora teníamos un papel pequeño en su vida, pero no quería decir que habíamos sido suplantadas. Las cosas estuvieron así por mucho tiempo, pero de a poco volvió a juntarse con nosotras, no como lo hacíamos, pero pasaba ratos con nuestro grupito. Todo fue, volvió, se fue de nuevo y volvió a venir. Y en éstos días me decepcioné un poco, porque aquella amiga tan especial y que tanto quería; terminó diciendo, no sé por qué motivo, que aquellas que en algún momento de su vida habían sido sus mejores amigas, éramos unas falsas. Sí, así es: me decepcionaste Lucía.
Y aún así, sostengo lo que nos decías siempre: Todo, absolutamente todo, pasa. Y aunque cueste, sonreí, es lo mejor que podés hacer.

Decepción de un amor

El corazón roto tras un adiós definitivo nos puede llevar a hacer cosas inesperadas. Se dice que al terminar una relación amorosa todos debemos pasar por un período de duelo. ¿Pero cuánto debe durar ese proceso?

En toda relación existen dos posiciones: el que abandona y el abandonado. Este último, a fuerza de aferrarse a aquello que resulta irrecuperable, termina por adecuarse a un amor en sufrimiento; a una suerte de paradoja afectiva, que se nutre de lo que ha ido sustituyendo con lo que fue.

Las etapas son:

• Negación, no aceptar lo que está sucediendo.
• Perplejidad, no se tiene conciencia de lo que está pasando. 
• Rabia hacia uno mismo o al otro.
• Desesperanza, se lamenta la pérdida de la persona amada. 
• Resignación, asimilar lo que está sucediendo. 
• Elaboración del duelo, donde se empieza a rehacer la vida.

El Homo-sapiens

Hace un ratito estaba hablando con un amigo por el msn y salta una ventanita donde dice que fulanito de tal me quiere agregar. Yo, pensando que por alguna casualidad lo conocía, acepté.
Enseguida comienza a hablarme, y la verdad que por lo que me decía y por lo que tenía en su subnick (algo así como: a todas las chichis que me desean yo estoy para ellas) parecía un Homo-sapiens que nunca había evolucionado.

Homo-sapiens: Hola.
Julieta: ¿Te conozco? (no sé por qué pero me cayó medio mal de entrada)
Homo-sapiens: Me parece que no. Te agregué del Face de un amigo porque me pareciste muuuuy linda. (ah, mirá vos)
Julieta: Ah jaja, ¿qué amigo? (para comprobar si lo que decía era cierto)
Homo-sapiens: Tomás X, ¿lo conocés?
Julieta: No, ni idea. (Y no, la verdad que no tenía -ni tengo- la más mínima idea de quién puede ser)
Homo-sapiens: Ah bueno, te tiene en Face jaj. ¿Qué hacías?
Julieta: Nada, hablaba con una amiga ¿vos?
Homo-sapiens: Escucho música. (conversación interesante ¿eh?)
Homo-sapiens: Che, ¿no tenés una foto tuya para que te vea por eme? (aclaro que justo no tenía puesta una foto)
Julieta: En esta compu no, es que estoy en lo de una amiga jajaja. (mentira, era para zafar)
Homo-sapiens: Jaj me pasa lo mismo. Poné la Webcam y yo también así nos vemos, ¿sí? dale hermosa.

-Por supuesto que no le contesté y moví el mouse hacia "bloquear-eliminar".
No sé ustedes, pero yo no soporto a este espécimen de hombres. Menos en el messenger.

Welcome to Sunnie's world

Bueno, primero que nada me presento, con el simple nombre de Julieta (Sunnie), sin apellido ni nada de eso. ¿Por qué? se preguntarán. Fácil: si pongo mi nombre y cuento todas las cosas que me pasan, libremente, y alguien que me conoce por alguna casualidad inesperada llega a mi Blog y lo lee, simplemente no sé qué pasaría. Aparte, me es mucho más fácil escribir "anónimamente" y creo que es más divertido, ya que lo hace más misterioso.
Ok, acá voy a escribir todo lo que me pasa, siento, y sé que va a ser mejor descargarme por este espacio, en vez de revolear todas las cosas de mi habitación cuando esté de mal humor o por cualquier otro motivo.
Ya que estoy, puedo comenzar escribiendo algo reciente, como por ejemplo: Chicos.
Hay muchas cosas que podría escribir con respecto a lo que pienso de cada tipo de ellos. Pero voy a hablar de un tipo de hombres en especial: Los mujeriegos.
Hay dos tipos de ellos:

• Los mujeriegos de primera clase: Esos que te tiran onda, te chamuyan por msn, en un boliche, en una fiesta o en donde sea. Los que compiten con los amigos para ver quién es más "winner" y se come a más minas. O por otra cosa... Los que se levantan a 20 a la vez porque no se conforman estar con una. Tienen alma de mentirosos, si tienen novia y tenían planeado salir un sábado por la noche te cancela diciéndote que justo ese día había arreglado para salir y tener una noche tranqui de amigos, MENTIRA, mientras te dice eso, está planificando cómo va a hacer para escaparse de vos e irse lo más rápido posible al lugar que había quedado con su séquito. Es engreído. Cuando está con vos te menciona sobre lo locas que estaban sus ex por él. Ellos sólo quieren mujeres lindas. Y también están los que, ya al estar con tantas mujeres, parecen gays.

Por suerte está el otro tipo de ellos (pero no quiere decir que sean santos):

• Los que son mujeriegos hasta que se enamoran: Tienen casi las mismas cualidades que la otra clase, pero a diferencia que éstos al fin de cuentas terminan dejando de ser así a causa de que se enamoran. Se dan cuenta que tienen allí a la persona que realmente quieren, y con o sin darse cuenta, dejan de salir a con sus amigos sólo para estar con tantas chicas al mismo tiempo. Son así hasta que encuentran a alguien que les ponga freno.

Los hombres mujeriegos son los que son inseguros de sí mismos. Así que, a la hora de elegir, es mejor descartarlos.