Parece que el dolor no se quiere ir

Hablando con un amigo de esto, eso y aquello, surgió el tema de los amores, y comenzó a contarme acerca de lo más lindo y triste que le pasó:

Ian:  Eso que dijiste me hace recordar a cosas que hoy en día las necesito.
Julieta: ¿Como qué?
Ian: Antes me dormia con un mensajito que decía: "Te amo, gracias por haberte cruzado en mi camino", y yo le decía palabras que me había costado abrirme y decirlas. Yo era muy feliz. Y las veces que veía a esa persona me recibía con un abrazo tan pero tan llenador y hermoso que me sentía vivo y tranquilo, la bestia de adentro estaba calmada. Pero un día, se fue todo al diablo y me dejó de amar. Yo quedé más que destrozado, con un vacío adentro que me costó horrores poder superar, vivía amargado y nadie sabía cómo en verdad me sentía, y tampoco a nadie le importaba, pero seguí y con el tiempo pude empezar a reírme y a estar contento de verdad. Es por eso que siempre hago lo que a mí me gusta y no me importa lo que piensen los demás, ya no.
Julieta: Sí. Siempre hay que hacer lo que a uno le gusta, además algún día una persona te va a querer de verdad y valorar como sos, no como aparentás ser.
Ian: No. Eso nunca va a pasar. La mente de la gente está muerta, no le importa nada de sentimientos ni valores. A todos le importa lo que piensen los demás. Ponele, esta chica a mí me amaba, pero le llenaron la cabeza que yo era e iba a ser un fracasado en mi vida, y que no iba a tener futuro. Cuando ella me dijo todo eso, fue un asesinato para mí. Ahí realmente quería matar a todos en el mundo y nada tenía sentido. Hoy en día me olvidé y no me levanto más con su cara en mi mente, pero antes abría los ojos y hasta que me dormía la tenía ahí, en mi cabeza. ¿Sabés lo duro que es que te dejen y que a los meses te digan que eras un idiota,  un imbécil, que eras cornudo? Yo ya lo superé, aunque siempre está el recuerdo. Pero la verdad, creo que nada me va a lastimar tanto como lo que pasé esa vez.